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Cervezas en Santa María del Rosario

Cervezas en Santa María del Rosario

Ciro Bianchi Ross

 

Hacía un calor tan desesperante como el de ahora y yo tenía una sed terrible luego de haberme movido durante horas por el poblado. Tenía unas ganas locas de tomarme un par de cervezas para espantar el calor y el cansancio y alguien me sugirió que visitara El Mesón, restaurante que daba servicio en la mismísima casa solariega de los condes de Casa Bayona. Busqué el sitio recomendado, nada difícil de encontrar, pero  por esas cosas que sólo ocurren en Cuba, como si la gente comiese únicamente los fines de semana, no abría ese día al público. Aun así mi deseo se haría realidad pues en el patio, con mesas acomodadas entre los árboles, estaba la cervecera, con su cerveza áspera y dura, de a seis pesos la botella chusmita y sin etiqueta, que era posible acompañar, sin embargo, con un platillo de masas de cerdo fritas, discretísimas, pero suaves y fragantes, como deben ser, y una ración generosa de plátanos tostones, elaborados como Dios manda. Pese a ser un establecimiento de barrio, la cervecera de la casa de los condes de Casa Bayona tenía clase.

            No sé si por los precios que, a pesar de, no eran altos, o por la hora, el lugar estaba casi desierto. Era una maravilla estar allí, en aquel sitio casi bucólico, tranquilo, agradable y acogedor y no preciso ya si por eso o porque la atención era realmente exquisita, me fui embullando y de las dos cervezas previstas llegué a la tercera, pasé a la cuarta, y con la lengua ya tropelosa, ordené la quinta, no sin que el camarero me advirtiera que desistiera de mi empeño. Pero nada podía importarme a esas alturas pues tenía hecho y bien guardado el trabajo del día.

            Este periodista, que se precia de conocer bien la geografía cubana, no había estado nunca antes en Santa María del Rosario. Omisión imperdonable ya que esa joya de la Cuba profunda, fundada en 1732 por el primer conde de Casa Bayona, se encuentra  sólo a 25 km al este del centro de La Habana.

            A las cualidades casi milagrosas de sus aguas medicinales y al esplendor de su iglesia, donde se rinde culto a la virgen del Rosario, debe su fama esta villa de poco más de 3 000 habitantes y que hoy es un consejo popular, un barrio, del municipio del Cotorro. No deja de ser paradójico porque el Cotorro, que se fundaría casi un siglo después, empezó por allí, pero en 1930 la Carretera Central dejó a un lado el poblado original y propició el desarrollo del Cotorro, y a ese sitio se trasladaron, después de 1959, el juzgado, la estación de policía y la casa consistorial.

             Apenas sin industrias ni edificios altos y modernos, regalando al visitante la apariencia de un pueblo calmo y limpio de la Cuba rural y aldeana, Santa María del Rosario quedó enquistado en su historia  Una historia de la que puede ufanarse y que busqué para mi reportaje en una localidad que en 1946 el presidente Grau dio título de Monumento Nacional.

            Su iglesia asombra por su techumbre de maderas preciosas. Sus altares son de cedro y oro y de cedro cromado en oro las imágenes de bulto de San Francisco y San Antonio que se veneran en el templo. Son de mucha cuenta las obras de arte que allí se exhiben, entre ellas las cuatro pechinas, que no vi por hallarse en proceso de restauración, de Nicolás de la Escalera, el primer pintor cubano del que se tiene memoria.

.Esas y otras informaciones las tenía yo anotadas y las llevaba sobre todo en la memoria y podía permitirme la quinta cerveza y otras más incluso. Me sentía, por otra parte, con  el derecho de estar allí porque en definitiva yo había sido amigo del último propietario de la casa que daba asiento al restaurante y a la cervecera, José María Chacón y Calvo, sexto y último conde de Casa Bayona que solo reivindicó su título en 1956 ante la certeza de que se perdería si no lo reclamaba, lo que lo convertía en el menos aristocrático o el más plebeyo de todos los nobles cubanos y que se hubiera alegrado de que ese restaurante y esa cervecera se instalaran en la casa donde nació aunque solo fuera para que su amigo, aquel pobrecito periodista que era yo cuando lo conocí, treinta años después de su muerte se emborrachara en sus predios como un perro.

          

2 comentarios

José Manuel -

Muy buen comentario, Ricardo. Parece que algunos no están orgullosos de la lengua que hablan, que es la lengua que su madre les transmitió. Y hay un refrán que dice que es de bien nacidos ser agradecidos.......Saludos.

Ricardo -

QUEREMOS ENFOLLONARNOS

No hay duda de que a veces dan ganas de coger una buena melopea. No de las alegres, sino de las de llorar y no parar. La vida nos depara situaciones merecedoras de unas cuantas cervezas a palo seco, nada de aperitivos, para que los vapores de la bebida nos lleguen con más rapidez y la merluza sea más efectiva haciéndonos olvidar la cruel realidad.

Me gustaría cogerla con una Mahon cinco estrellas, o una Voldam, o una Águila reserva. No quiero ser cobista, las cervezas españolas son mejores que las cubanas. Pero puestos a enfollonarse, me da igual una Cristal o Bucanero o incluso una chusmita de las que mi paladar no está acostumbrado y me cuesta engullir. A Martí se le olvidó añadir al vino cubano la cerveza. Pero todo sea como dice la propaganda: por hacer amigos, me bebo aunque sea una Polar.

Algunos se preguntarán mi interés en agarrar una buena borrachera para olvidar. Les saco de dudas. Estos días se está celebrando en Medellín y en Cartagena de Indias, el nuevo diccionario de la Lengua Española y el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, además de homenajear a García Marquez. Un nuevo diccionario, un congreso internacional y un homenaje a Gabo. ¿Alguien puede dar mas en cultura?

Pues bien nuestro cultural periódico Juventud Rebelde calla estas noticias y publica los días 26 y 27 al mismo tiempo que se celebran estos fastos, la noticia de una ceremonia maya de las lenguas indígenas y otra con el titulo de cumbre de la lengua indígena el 27 de este mes.

Oigan no es que yo tenga nada a que se publiquen las noticias del congreso de lenguas indígenas, nada de eso, hago esta aclaración dedicada a la cofradía de los idiotas, por desgracia muy abundante, lo que yo estoy diciendo es que para dar dos noticias de un congreso de lenguas indígenas y silenciar el congreso de la lengua española hay que ser muy zoquete y muy borrico.

Es este el motivo por el que quiero agarrar la trompa. Extender Juventud Rebelde encima de la mesa y junto a Don José María Chacón y Calvo enfollonarnos hasta las lágrimas.

¿Qué le parece Don José? Hay que joderse. Vaya tropa, son la hostia. Don José pidamos otra caña, que esto es para mear.